Antes de la reforma, era un piso pequeño, compartimentado, oscuro y anticuado. Los nuevos propietarios querían modernizarlo y potenciar la luz natural, así como crear espacios personales y originales, donde el color fuese el invitado estrella. 

Tras la pandemia, las necesidades han cambiado, y la joven pareja propietaria de este piso en Madrid lo sabían bien. Querían una vivienda con tres dormitorios: el principal, otro para invitados y un tercero para los hijos que vengan en el futuro. Pero, ante todo, deseaban un despacho que les permitiera teletrabajar

“Debido a las ajustadas dimensiones del inmueble, costó encajarlo sobre el plano. Sin embargo, al final dimos con una solución: trasladamos la antigua cocina, situada donde ahora está el despacho, al salón comedor”, nos desvela María Lozano, fundadora del estudio D’Lab y artífice de la reforma. Y añade: “Pese a que la propiedad sigue siendo muy compartimentada y dispone de muchas habitaciones, actualmente tiene una distribución más abierta y moderna”. 

 

Barra en al cocina moderna y con vistas
Barra lateral en la cocina donde antiguamente había un pequeño balcón. Foto: Lupe Clemente

 

 

Aprovechando los metros extras ganados después de cerrar la terraza (“En realidad, la calle en la que está el piso no es muy agradable porque pasan muchos coches”, dice al respecto), creó una funcional barra lateral perfecta para comidas informales. 

De todos modos, en ambos espacios hay otro claro protagonista. “Optamos por una estrategia de color block (técnica que incorpora dos o más colores que acostumbran a crear paletas chocantes, pero que acaban logrando una combinación con mucha personalidad). Es decir, asignamos a cada habitación un color predominante dependiendo de su uso y lo que transmite. 

Si bien en la cocina aplicamos el azul Klein, que aporta tranquilidad y frescura, en el despacho lo mezclamos con el granate, para darle un plus de dinamismo y elegancia. 

 

Baños pequeños con ducha en verde y granate modernos
Los baños son pequeños, pero modernos, usando de forma maestra el color (verde y granate). Foto: Lupe Clemente

 

 

Lo mismo hemos hecho en los dos baños: mientras que el de él es verde, y visualmente brinda tanto relax como bienestar, el de ella es granate, porque contribuye a la calma y a liberar la inquietud. Incluso siendo colores muy saturados, muy fuertes y con mucha personalidad, funcionan perfectamente dentro de la misma paleta”, explica Lozano.

El resultado es sorprendente como poco. Una transformación radical que ha culminado en ideas ingeniosas para sacar partido a un piso pequeño. ¿Quieres ver el cambio? ¡Este Antes y Después te va a encantar!